
Me encanta inventar palabras. Cardionaves es una palabra que inventé hace algunos años. Me gusta, porque alude al corazón sin cursilerías, con un aire espacial, como de ciencia ficción.
Soy una convencida de las bondades de la psicoterapia. Y no sólo porque a eso me dedico. Me convencí por completo cuando tomé terapia por primera vez. Tenía veintipocos años. En aquel proceso terapéutico descubrí el valor inmenso de tener un espacio donde sentirme 100% a salvo para decir y callar, para cuestionarme, para construir significados, a mi manera, con el apoyo de otra persona preparada profesionalmente para acompañarme en un viaje de autoconocimiento y transformación. Aprendí muchas cosas sobre mí misma e hice cambios importantes. Cuando el proceso concluyó, me sentía más satisfecha que nunca antes conmigo y con mi vida.
Estoy convencida también de que hay otros vehículos, además de la psicoterapia, que pueden ayudar a contenernos, integrarnos y transportarnos hasta donde necesitamos ir para poder vivir nuestras vidas con plenitud. La literatura, la música, el teatro, la danza, la pintura y todas las artes son recursos maravillosos para ello.
En este blog escribiré sobre psicoterapia, arte y otros vehículos para vivir mejor el momento presente.